Un fragmento de vida

Es complicado hablar de mi vida, porque por más simple y común que pueda parecer por fuera, cuando miras hacia adentro puede que encuentres algo completamente distinto. Justo después de que la coraza se abre y es atravesada su dura barrera, se halla lo tranquilo, lo sensible, lo curioso, lo emocionante y valioso que existe. 

Nací en los 90´s, y a partir de que se abrieron mis ojos, no quisieron volver a cerrarse nunca del puro asombro por la contemplación de este mundo. 

Fue una niña introvertida y latosa, que encontró su refugio en los libros desde que aprendió a sostenerlos con ambas manos. Tímida y aislada, pues nunca tuve la oportunidad de compartir este placer por los libros con nadie de mi familia más cercana, cuyos intereses siempre fueron muy distintos a los míos. Por eso mismo siento que surgió mi habilidad para escribir: necesitaba sentir que todo eso a lo que tenía acceso me servía de alguna forma para crecer, y tejiendo historias y mundos fuera del mío sentía que cumplía con eso.

Escribo desde los trece años, y no me detendré nunca. Se ha vuelto mi mayor pasión. 

¿Romance y terror?


Para mí el romance siempre me pareció más algo que prefería contemplar o vivir, en lugar de escribirlo. Por alguna razón, siempre he tenido más gusto por escribir y relatar historias de miedo que de amor y el gusto por la lectura de este género me absorbe muchísimo también. 
Por ello es que escribo sobre ambos géneros y sobre cualquier cosa que escriba y publique en los siguientes meses, además de reseñas de algunos libros que he leído y que quisiera compartir para que podamos comentarlas.  


Cuando siento algo, bueno o malo, lo experimento con cada fibra de mi ser y hasta el límite de mis capacidades, y si tengo la habilidad de relatar algo que pueda hacer a los demás sentir aunque sea una pizca de lo que siento, habré cumplido con el objetivo de mis letras. 

- Tania S.




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