Un pequeño encuentro | Letras de Tania

El siguiente texto fue un ejercicio de escritura que realicé en clase como parte de un taller. Las pautas a seguir eran no utilizar la palabra "que", y la extensión fuera una cuartilla. 
Esto fue lo que surgió...

El pasado lunes intenté ir al parque con David. El objetivo principal era llevar a explorar un poco a nuestro pitbull llamado Ender, y de paso hacer un poco de ejercicio. Estábamos a punto de llegar al lugar, cuando vi desde lejos a una pequeña perrita echada en la banqueta, justo en el único punto de la calle en donde no daba el sol. La observé con detalle y pude ver sus costillas marcadas por el hambre, además de sus jadeos inquietos, reflejo de la sed.
Mi primera intención era solo verla y pasar de largo junto con mi familia y cumplir lo planeado (como todo mundo a nuestro alrededor hacía), pero preferimos detenernos y tratar de acercarnos a ella.
Al principio, nos tuvo mucho miedo. Traté de acercar mi mano, pero prefería esquivarme, asustada. Continué hablándole con tranquilidad, hasta el momento en el cual cedió a su curiosidad y permitió caricias suaves. Cuando fue pertinente, intenté cargarla y al no ofrecer resistencia, resultó mucho más sencillo llevarla al veterinario para verificar su salud y luego, a casa.
Ender la ha recibido con gusto, pues siempre ha sido muy sociable; aunque él le triplica el tamaño y le dobla la edad, le encanta jugar con la pequeña.
Ellos son la prueba viviente sobre la falsedad de ese rumor a voces acerca de los pitbull y su comportamiento agresivo con el mundo, pues si se trata a los animales con el cariño y respeto adecuados, ellos responderán siempre de la misma manera.

Nos da gusto haberla encontrado. Ahora Ender tiene una nueva amiga, y ella disfruta emocionada de poder contar al fin, con una familia. 

Me decidí a compartir este texto porque además de realizar el ejercicio, estaba narrando algo que en realidad sucedió el pasado 21 de agosto. Resultó ser una bonita manera de darle la bienvenida a la nueva integrante de nuestra familia: la pequeña Kira. 




¿Y bien? ¿Qué les pareció? 
Espero que les haya agradado. Cuéntenme en los comentarios su perspectiva sobre el texto, o su perspectiva sobre la adopción animal. Me encantará leerlos, como siempre. 

¡Nos leemos pronto!

Tania S. 

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